¿Qué queremos decir cuando hablamos de la mente?
La mente es el conjunto de capacidades cognitivas del ser humano que engloban procesos como la percepción, el pensamiento, la conciencia, la memoria o la imaginación.
Su conceptualización está presente en casi todas las teorías psicológicas y desde las neurociencias se trata de una experiencia subjetiva creada por la actividad cerebral. Incluso hay autores que diferencian la mente concreta (pensamiento), de la práctica (base de la inteligencia) y de la abstracta (reflexión consciente). Otros catalagon dos mentes: la consciente -racional y analítica- y la subconsciente.
La mente sana tiende al equilibrio -homeostasis- y las facultades mentales funcionan con normalidad. Cuando se detecta una enfermedad mental toca visitar al psiquiatra y al psicólogo, aunque usualmente se considera que la enfermedad no es un estado per se, sino un grado extremo o atípico de un comportamiento determinado.
Y hablando del termino psicología: ciencia que estudia el comportamiento y la mente, observamos que se compone de psico (alma o actividad mental) y de logía (estudio). Como curiosidad reseñar que fueron los griegos quiénes creían que cuando una persona moría y exhalaba su último aliento, el alma abandonaba el cuerpo volando en forma de mariposa. Y por eso a Psique se la representa con alas de mariposa. Se cuenta que Eros -dios de la atracción sexual, el amor y el sexo- se enamoró de Psique y de ahí la interpretación simbólica entre lo físico y los espiritual.En la actualidad se sabe que el cuerpo y la mente están intimamente unidos y que algunos trastornos mentales se traducen en aminoración de la salud física, con síntomas empíricos. También conocemos que nuestra mente puede ser nuestra perfecta aliada o la peor enemiga. Pues hay ocasiones en que la vida nos sonríe y la manejamos con fluidez, pero en otras nos da la espalda y las circunstancias nos desbordan, teniendo la sensación de malestar o de pérdida de rumbo cierto.
Podemos concluir que la mente puede ser maravillosa e infinita, aunque para ello nuestro estado general lo tiene que corroborar y la apuesta personal tiene que ser firme y creíble. Una buena dosis de autoestima para dar seguridad y de autoconocimiento para no errar, serán imprescindibles para armar esa visión positiva y sin límites de los procesos cognitivos enmarcados en los pensamientos, las emociones y las conductas.
Incluso podemos pensar en entrenar nuestra mente como cuando vamos al gimnasio para no perder musculatura. Para ello es recomendable:
- Practicar deporte y actividades físicas.
- Ejercitar la memoria de trabajo.
- Salir de la zona de confort.
- Leer, meditar.
- Vivir en ambientes estimulantes.
- Potenciar la creatividad.
- Aprender idiomas.
- Creer en uno/a mismo/a y apostar incondicionalmente.
- No tener miedo al fracaso.
¿Cuándo empezamos a hacer un uso inteligente de nuestro poder?
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